martes, 5 de septiembre de 2017

GERMAN-TOUR NÜRBURGRING 2017

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

¡¡¡Buenas a todos!!! Para iniciar nuestro nuevo Blog, os presentamos el viaje por carretera que realizamos el mes de agosto de 2017 a bordo de nuestro Volkswagen GOLF IV VARIANT 1.9TDI hasta tierras germanas.


UNA IDEA


La idea original estaba clara, realizar una visita a nuestro miembro establecido en Alemania en la ciudad de Mainz en un trayecto por carretera, del tirón, visitar el mítico circuito, el museo PORSCHE de Stuttgart, y la fábrica de MERCEDES de Sindelfingen.


Para ello sólo disponíamos de 5 días. Parecía un reto imposible de primeras. La gente nos aconsejaba realizar el viaje en avión, que si estábamos locos decían, pero eso le habría quitado todo el encanto, el cual sólo unos pocos entendemos...

EL COCHE


Decidimos emprender esta aventura en nuestro incansable "JUDIWAGEN", dado que era el vehículo idóneo para realizar un trayecto tan largo, con comodidad, bajo consumo, alta fiabilidad, y un gran espacio de carga, cualidades todas que buscábamos desde un primer momento.

Para la ocasión, realizamos en el mismo una serie de modificaciones, equipando al mismo con una suspensión BILSTEIN B4 Sport con muelles SELEX (rojos), un sistema de frenos BREMBO MAX, con discos ranurados y pastillas soft, llantas en 16" BBS del modelo GTI, montando neumáticos YOKOHAMA advan V105 de 205mm. Performance de la mano de GTBOX-CENTER (Valdemoro), destinada a ofrecer unas prestaciones óptimas, manteniendo el confort necesario para un trayecto tan largo, ofreciendo la máxima seguridad en carretera.


En el apartado de motor, montamos una admisión de aire con filtro de sustitución de algodón BMC, y una electrónica a medida realizada por GTBOX-CENTER, optimizando los parámetros de turbo e inyección, buscando un aumento de prestaciones y una reducción de consumo, sin convertir a nuestro pequeño Variant 1.9TDI inyector-bomba de 6 velocidades en un calamar, hasta alcanzar una cota cercana a los 150cv de potencia.

EL VIAJE


Desde el punto de partida en la localidad segoviana de Cuéllar a las 08:00 de la mañana, hasta la ciudad alemana de Maintz donde nos esperaba nuestro compañero J.J. nos separaban más de 1.700km de distancia. El trayecto de ida lo íbamos a realizar por carreteras secundarias, sin pagar ni un sólo  euro en peajes, y disfrutando del paisaje que el viaje nos ofrecía.


En el primer tramo por tierras nacionales hasta el puesto fronterizo en Irún, pasamos por las ciudades de Burgos, Vitoria y San Sebastián.


Empezábamos aquí, la segunda y más larga etapa del viaje, atravesar Francia desde "Las Landas" hasta "Lorraine" por carreteras comarcales, experiencia la cual sólo podemos describir como un término medio entre apasionante y tortuorio, sólo recomendado para los viajeros más arriesgados y experimentados. Entrando en el país galo por el municipio de Hendaye, elegimos recorrer lo que para nosotros es una de las carreteras más bellas del mundo, "La Corniche" que une dicha localidad con los municipio de Sokoa y Ciboure, bordeando la cornisa del golfo de Vizcaya, flanqueando la estrecha y revirada carretera con acantilados verticales a un lado y verdes montes y praderas al otro.


Después de dicha carretera nos incorporamos a la D810 hasta la localidad de Bayona, y de esta hasta Burdeaux pasando por Dax para recorrer en paralelo la A-63 evitándonos sus innumerables estaciones de peaje. Al llegar a la rocade de la capital del vino, sobre la hora del mediodia, nos encontramos con más de hora y media de un insufrible atasco. Atravesado este, nos desviamos al este, para comenzar a atravesar la "Francia profunda". Nos esperaban entonces casi 900km todavía de carreteras comarcales francesas, que en un tramo mucho más directo y corto que por la ruta alternativa con peajes, nos suponían casi 2 horas más de viaje dado el lamentable estado de la mayoría de las mismas y su peculiar trazado. Destacar que en Francia las carreteras nacionales de 2 o más carriles están limitadas a 110km/h y las de un sólo carril a 90 0 70, dependiendo de la señalización y del trazado, siendo en autovías y autopistas el límite de 130km/h. En zonas urbanas, el límite está comprendido entre 30-50km/h estando repletas estas vías de innumerables badenes y zonas de chicanes construídas a base de aparcamientos alternos a un lado y otro de la carretera, con una disposición bastante peligrosa que requiere el 100% de nuestra atención.



Hasta abandonar el país vecino, atravesamos frondosas zonas forestales, infinitos campos de cultivo, pueblos que parecían sacados de otra época y cientos de supermercados y Mc Donalds, en mitad de la nada e inexplicablemente llenos de clientes. Deberemos andarnos con mil ojos en el tramo francés del viaje, ya que aquí los radares están mucho más extendidos que en nuestro país, y también te cazan de frente, y cuando los quieres detectar, ya estas encima y no te da tiempo a frenar, y un potente fogonazo iluminará tu cara tanto de día como de noche. De noche es más fácil detectarlos, ya que están bordeados de una cinta bicolor negra y amarilla reflectante y con las luces de nuestro vehículo destacan sobre el fondo oscuro. Pero aún así, en Francia también existen radares móviles, y estos son de un tamaño tan reducido que en muchas ocasiones son unos dispositivos tipo "pistolas" o "prismáticos", no trípodes o coches camuflados como estamos acostumbrados en nuestro país. En Alemania los controles de velocidad son muy raros, pero donde sí que tendremos que estar al tanto de ellos es los tramos de obras, ya que allí es donde se suelen concentrar.


Pasadas las 2 de la madrugada, veíamos la luz al final del túnel, empezando a encontrar indicaciones en alemán, hasta incorporarnos por fin al país germano. Nada más entrar nos recibió una amplia y despejada Autobahn (6), e inmediatamente después el pie se nos hundía en el acelerador para recortar todo el tiempo posible, desahogándonos de un largo día de carreteras de la muerte.



Es importante resaltar, que en las autopistas alemanas no es cierto del todo que "no hay límite de velocidad". Depende del tramo, deberemos estar muy atentos a las indicaciones de velocidad máxima permitida ya que estas son de un tamaño más pequeño que las nuestras. Como norma general el límite está establecido en 130km/h como en Francia, pero pueden sufrir restricciones de hasta 80km/h dependiendo del tramo, todo perfectamente indicado. Pero cuando nos encontramos con una señal redonda de fin de prohibición, este fin es absoluto, en este caso lo que marca el límite de la vía, es o bien el motor de tu vehículo, o el tráfico de la misma, siendo en horario diurno lo más común lo segundo... Alemania tiene muchos alemanes, y estos muchos coches, y aunque sus carreteras son envidiables, suelen estar repletas de tráfico tanto de vehículos como de camiones.

Pasadas las 4 de la madrugada llegábamos al fin de nuestro trayecto, a la casa de J.J. en la ciudad de Maintz, lo que suponía el fin de nuestro primer viaje, y un necesario y merecido descanso después de casi 21 horas al volante.

LOS REPOSTAJES


Para los futuros viajeros al infierno verde, este es uno de los puntos más importantes... Lo primero que habría que analizar, es la capacidad del depósito de nuestro vehículo, lo segundo la distancia a recorrer y lo tercero los puntos óptimos de repostaje, ya que como veremos es algo mucho más importante de lo que podemos pensar...

A fecha de 2017, de los 3 países, el que tiene un precio de carburante más caro, es Francia, pero también es en el que más kilómetros vamos a realizar. Lo más inteligente es llenar "a tope" nuestro depósito antes de atravesar nuestra frontera, ya que la diferencia de precios es mínimo entre 10 y 15 céntimos por litro, acentuándose esta mucho más si hablamos de gasolina en vez de diesel. Pero los suministradores lo saben, y en gasolineras españolas cercanas a la frontera a pie de carretera, el precio es superior, asique es recomendable repostar un poco antes, y fuera del itinerario "lógico". El mejor precio de la zona lo ofrece la gasolinera "EASYGAS" situada poco antes de llegar a Irún por la carretera GI-636.

A no ser que contemos con un depósito expandido, no nos quedará más remedio que repostar en Francia sí o sí, pero allí las cosas no son como en nuestro país... A parte de la importante diferencia de precio entre el diesel y la gasolina, el precio por litro puede oscilar hasta llegar casi a los 30 céntimos de euro dependiendo del lugar elegido. Jamás repostar en las gasolineras situadas en áreas de servicio de autovías y carreteras principales, ya que estas son las más caras con diferencia. Recomendamos buscar gasolineras alternativas, aunque nos suponga desviarnos un poco de nuestro trayecto ya que merece la pena al bolsillo hacerlo. Lo más económico en este país es repostar en las gasolineras de centros comerciales y supermercados, si no nos importa arriesgarnos con la calidad del combustible. Si no, podemos encontrar gasolineras de primeras marcas en pueblos pequeños y carreteras secundarias a un precio competitivo igualmente.
Otro aspecto muy importante, es que estamos en el extranjero, y os llevaréis una gran sorpresa si repostáis en cajas automáticas o pagáis con vuestras tarjetas, ya que por el retraso del pago, pagaréis fianzas que oscilan entre los 100-500 euros. Pero no os preocupéis que es normal, y en 2-4 días tendréis en reembolso en vuestras cuentas. Lo mejor sería retrasar el repostaje lo máximo posible, para echar la menor cantidad de litros en este país y ajustar a los kilómetros hasta Alemania, y a poder ser en horario diurno para pagar en metálico y ahorrarse el disgusto del que hemos hablado.




Ya en tierras germanas las cosas parecen ser más como en casa, a un precio similar al de España e incluso el diesel por debajo del de nuestras gasolineras. Siguiendo las mismas recomendaciones con las tarjetas bancarias que en el país anterior, aquí la oscilación de precios entre unas gasolineras y otras no supera los 10 céntimos por litro.

LAS PARADAS TÉCNICAS


Muchas horas al volante, hacen que tengamos que planificar también varias comidas y paradas a lo largo del viaje. Tenemos dos opciones, las rápidas y económicas, y si vamos sin prisa, las cómodas y placenteras en los núcleos urbanos que vayamos atravesando.

Nosotros por las características de nuestro viaje elegimos las primeras, teniendo dos alternativas fáciles. El tramo nacional lo podemos atravesar con el típico bocadillo o almuerzo preparado de casa, y en tierras galas los Mc Donalds son un auténtica plaga. Otra opción es adquirir comida precocinada en los supermercados y calentarla en el vano motor de nuestro motor aprovechando las numerosas y bien equipadas áreas de servicio francesas para comer y aligerar el peso de nuestras vejigas, pero ¡ojo! en zonas habilitadas para ello ya que nos podemos llevar una buena receta de la "gendarmerie" o la "police" ya que esto lo controlan bastante. Ah! los baños públicos en Francia y Alemania son de pago, asique nuestro alivio tendrá un valor que suele rondar los 50 céntimos de euro.



Otra opción que tenemos para la merienda si realizamos en viaje en temporada estival y por carreteras secundarias, es el "autoabastecimiento" en zonas de cultivo, como por ejemplo los infinitos campos de maíz, o zonas hortofrutícolas.

LA FÁBRICA DE MERCEDES


Visita obligada, y gratuita a diario previa reserva, tenemos la de la fábrica de Mercedes en Sindelfingen. De unas 2 horas de duración y ofrecida tanto en inglés como en alemán, un agradable rubio de ojos azules nos enseñará las instalaciones de la mayor fábrica de la marca de la flecha plateada, con una superficie que dobla la del principado de Mónaco, y en donde se construyen la mayoría de modelos de la misma, incluyendo el exclusivo AMG GT.

Se nos mostraron partes de la fábrica de los procesos de prensado y ensamblaje final, explicado al detalle e incluso desvelándose parte de los procesos que hacen de la misma una de las fábricas de vehículos más eficientes y disciplinadas. En las instalaciones también encontramos una pequeña boutique de merchandaising a precios acordes a los de los coches que allí se fabrican, y una cafetería-restaurante que ofrece una comida bastante exclusiva, esta sí a precios más asequibles.




Decir también que si tenemos un coche de la marca, nos facilitarán el acceso para fotografiarnos con el mismo, delante del emblema gigante de las 3 puntas, que recibe a los visitantes de la fábrica en sus ajardinados accesos.

EL MUSEO PORSCHE



A pocos kilómetros de allí, encontramos la ciudad de Stuttgart. Conocida mundialmente por ser la sede de la legendaria marca Porsche, en donde ésta tiene en exclusiva sus fábricas, así como su moderno museo, que destaca ya que está enfrente de la vieja fábrica de ladrillo que aún se mantiene como en sus mejores tiempos.


Por un precio de 8 euros, podremos visitar este templo del motor, que nos sumerje en el universo Porsche en un recorrido ascendente, contemplando cronológicamente la mayoría de modelos de la marca tanto de calle como de competición desde los primeros prototipos de aquel "escarabajo deportivo" hasta el último y exclusivo Porsche 918 coronando la parte más alta.

También tenemos la opción de gracias a la experiencia Porsche Drive, conducir algunos de los modelos de la marca por zonas cercanas al museo, así como alquilarlos a total disposición por horas o por días completos, incuso recibir cursos de conducción de los mismos.

EL INFIERNO VERDE


Por fin había llegado el gran día... Nos montábamos a media mañana en el Golf para recorrer los 150km que nos separaban del mítico trazado, para disponernos a asistir a la prueba de resistencia de la VLN celebrada el sábado 19 de agosto en el circuito combinado de Nürburgring-Nordschleife. Un campeonato que comprende varias pruebas de 4 horas de resistencia junto con las 24h de Nürburgring, en el que se aglutinan casi centenar y medio de equipos divididos en torno a 20 categorías, desde coches casi de serie, hasta super GT´s de la élite del automovilismo.



Por una parte fuimos afortunados de asistir a una de las pruebas del que muchos definen como el mejor campeonato de resistencia del mundo, pero por otra parte nos fuimos con el mal sabor de boca de no haber metido nuestro vehículo en el trazado, aunque ya íbamos sabiendo esto, pero por disponibilidad de fechas no podíamos realizar el viaje en otros días. En futuras ocasiones asistiremos con nuestros vehículos más potentes para pisar el asfalto del infierno verde.

El trazado antiguo, se trata de un recorrido de casi 21km, en el que podremos meter nuestro vehículo de calle, con todo en regla eso sí, como si de una autopista de pago se tratase. Abierto a diario para este fin, 2 horas por la tarde de 17:30 a 19:30 por un precio de 25 euros por vuelta, y el fin de semana a partir de las 08:00 de la mañana por un precio de 30 euros por vuelta, supone un peregrinaje obligatorio para cualquier amante del motor. Destacar que como ya muchos sabéis, nuestro seguro de calle nos cubre dentro del trazado, pero que si tenemos un accidente que daña la pista, o bien mantiene esta cerrada por un tiempo, nuestro bolsillo se verá algo resentido... asique mil ojos, y sobre todo manos, sobre la pista, más aún los días de lluvia que son más abundantes de lo deseado en esta zona...


Pero Nürburgring es algo más que un circuito... Lo que sentimos al acceder al recinto cuando te ves inmerso en todo lo que envuelve al trazado, no se puede explicar con palabras, has de sentirlo al cruzar sus puertas. Empezando por la gente que allí te encuentras, así como las tiendas, pantallas gigantes, restaurantes, graderío, y todo lo que te sorprende cuando accedes al mismo, es mágico. Es la catedral del mundo del motor a nivel europeo. Sin duda alguna experiencia más que recomendable.

EL REGRESO


Tocaba la hora de volver... por mucho que nos doliese nuestras horas en tierras alemanas habían llegado a su fin, al menos por este año... Salimos de la ciudad que nos acogió sobre las 11:00 de la mañana, y en el largo viaje de vuelta que nos esperaba repetimos itinerario hasta la ciudad de Burdeaux, esta vez sin atascos ya que llegamos en horario nocturno por carreteras secundarias ya que estas en este tramo son más directas y nos ahorran el zig-zag que nos obligan a hacer las autopistas de peaje del centro y norte de Francia reduciendo el trayecto en 150km aún siendo más lento.


Pero a partir de dicha ciudad, ya pasadas las 22:00 horas y sin apenas tráfico, esta vez si nos incorporamos a la A-63, que sí que merece la pena hasta llegar a España. Atravesamos 3 estaciones de peaje de 3.60 euros, más la estación de peaje de la frontera de poco más de 2 euros, y la de Oiartzun de 2,40. Son menos de 20 euros de peajes que nos reducen hora y media de viaje, y unos cuantos kilómetros... Desde nuestro punto de vista es el único tramo de peaje que merece la pena pagar.


Pasadas las 00:00 horas estábamos ya en tierras de Euskadi, y continuamos nuestro viaje hasta la localidad de destino por la N-1 hasta Aranda de Duero y de ahí hasta Cuéllar por la "carretera de la Ribera del Duero" hasta Peñafiel, donde por fin vimos de nuevo el tan deseado cartel de nuestro hogar, después de tantos kilómetros alejados de nuestra tierra.


El balance final del viaje fueron unos 4.100km de trayecto, que nuestro Golf recorrió con un excelente comportamiento, sin una sola avería o amago, y ofreciéndonos un consumo medio de inicio a fin de tan sólo 4.8l/100km. Algo admirable, teniendo en cuenta las velocidades alcanzadas en las Autobahns, los numerosos trayectos urbanos por todo Francia y en el destino en Alemania, los atascos en los que nos vimos inmersos... Sin duda alguna, un gran vehículo, con un buen rendimiento, un maletero generoso, y un consumo muy competitivo.

¡¡¡ESPERAMOS QUE OS HAYA GUSTADO NUESTRA EXPERIENCIA, Y QUE OS SIRVA DE GUÍA EN UN FUTURO SI DESEÁIS REALIZAR UN VIAJE PARECIDO!!!